domingo, 21 de junio de 2009

¿Sirven de algo las convenciones sociales?

Aunque es imposible concebir una sociedad sin convenciones, me atormenta (cada vez menos) el hecho de las convenciones sociales, pero sobre todo, esas que no benefician ni molestan a nadie, pero que te obligan a hacer o decir cosas que no piensas (¡qué suerte tener amigos de verdad con los que no tener que practicar esas ñoñerías!).

Me aburren las BBCs (ya sabéis, Bodas, Bautizos y Comuniones) de gente que te importa un pito, las reuniones familiares en días "especiales" con personas a las que no sueles ver ni en foto, decir "Jesús" cuando alguien estornuda y más siendo ateo, mentir bellacamente para quedar bien cuando algo no te gusta (se puede expresar con cortesía y educación que algo no te va y punto), ir de negro a un funeral, etc. Por no hablar de las convenciones sociales que han machacado a los débiles durante siglos (y lo siguen haciendo).

No obstante, reconozco que algunas convenciones sociales (quiero pensar que son la mayoría) tienen su utilidad, ya que nos permiten a los humanos tener patrones de comportamiento sin los que nos sentiríamos perdidos en la, ya de por sí, confusa interacción social. Pero, ¿por qué no cuestionarnos lo que hacemos y si existen alternativas?

1 comentario:

  1. AHHH estoy tan de acuerdo contigo!!! Este tema siempre me ha interesado sobremanera. Creo que la solución es que seamos lo suficientemente valientes como para no dejar que estas convenciones se impogan sobre nuestra libertad. Hay algunas que son aceptables, pero varían de individuo a individuo, ya que no todos tenemos las mismas prioridades. Lo cierto es que yo ya me convencí de que no hay que hacer nada por compromiso, si no te gusta algo no lo haces y ya está, a menos que realizarlo implique una ventaja muchísimo mayor o sea un sacrificio por alguien o algo que signifique mucho para la persona. Abajo la falta de libertad!!! Si quieres,(y sólo si quieres) visita mi blog: www.euforialadroga.blogspot.com

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