jueves, 26 de marzo de 2009

A la mierda con las tradiciones

Se puede decir que me opongo a cualquier tradición por sistema. Y es que tengo que compensar tanto borrego que anda suelto que no tiene criterio ni pensamiento crítico para hacer las cosas.

Tan difícil resulta ver más allá de uno mismo y mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta que no estamos solos ni somos el centro del universo. Eso ya lo sabía Aristarco hace más de 2000 años, pero da igual porque como la teoría no interesaba fue ignorado durante siglos. Tampoco hicieron caso a Copérnico. Ni a Galileo, al que bien pronto cerraron la boca.

Pero, claro es que la tradición es la tradición. ¿Por qué tiras a la cabra del campanario? – “Es la tradición”. ¿Por qué mutilas a mujeres? –“Es la tradición”. ¿Por qué tomas las uvas? –“Es la tradición”.

¡Qué casualidad! La tradición suele ir siempre de la mano de las cosas que nos interesan particularmente, y de las que alguien saca un beneficio en muchos casos económico o de poder.

Yo creo que surge de una necesidad en un momento dado. En ese momento puede parecer conveniente, y se hace… Pero, ¿por qué mantener algo en el tiempo cuando ya no es necesario o peor cuando se ha demostrado que es negativo?

Sea lo que sea, parece que la tradición es un dios todopoderoso que rige nuestras vidas. Corrijo. ¡Vuestras vidas!, pobres infelices que vivís atados a la costumbre y la necedad.

Un poco de pensamiento crítico, no hace daño, y seguro que ayudaría a vivir en un mundo mejor.

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